La investigación quirúrgica con pacientes encarcelados está plagada de cuestiones éticas, logísticas y prácticas.

Los antecedentes de encarcelamiento se suman a la complejidad clínica y ética de la atención quirúrgica de los pacientes que requieren una ostomía, especialmente cuando es secundaria a un traumatismo.

Los cirujanos tienen importantes obligaciones legales y éticas hacia los pacientes que están encarcelados y acompañados por personal de centros carcelarios.

Los derechos de los pacientes a un estándar de atención basado en evidencia no deben verse comprometidos en el caso de los pacientes encarcelados.

Este artículo sugiere cómo las organizaciones pueden ayudar a los cirujanos que experimentan arrepentimiento y ayudarlos a mantener sus impulsos para ejercer.

Superar las experiencias de arrepentimiento con el apoyo de mentores y pares es esencial para el bienestar del cirujano, una cultura quirúrgica saludable y una atención óptima al paciente.

Este manuscrito distingue entre el arrepentimiento constructivo y el arrepentimiento destructivo, que pueden conducir al retraimiento emocional y al deterioro de la toma de decisiones.

Algunas experiencias de arrepentimiento surgen de comunicaciones incompletas o malas comunicaciones sobre opciones, expectativas o pronósticos.

Algunos médicos ignoran, no reconocen y no tratan el dolor durante los exámenes y procedimientos ginecológicos.

Los médicos deben considerar cómo las fuerzas estructurales e individuales predisponen a los obstetras y ginecólogos a desacreditar los testimonios de los pacientes.